Viernes 28 de septiembre de 2012
http://www.diariodeibiza.es/pitiuses-balears/2012/09/28/noruega-formentera-bici/579982.html
Una pareja recorre en 40 días, por carreteras secundarias, 3.200 kilómetros atravesando Dinamarca, Alemania, Francia y España
Viaje. El matrimonio noruego, Brith y Bjorn Javnes, de la ciudad de Kristiansand, un puerto situado al suroeste de Oslo, ha vivido una aventura que a sus 62 y 64 años, respectivamente, es una auténtica proeza. Han recorrido por carreteras secundarias toda Europa de norte a sur para llegar a lo que consideran su segunda casa, Formentera, y disfrutar con amigos de sus vacaciones que repiten desde hace seis años.
CARMELO CONVALIA
El matrimonio de nacionalidad noruega formado por Brith y Bjorn Javnes, de 62 y 64 años respectivamente, parece de hierro. Han recorrido en bicicleta la friolera de 3.200 kilómetros en 40 días, atravesando cuatro países hasta llegar a Formentera donde pasan sus vacaciones con un grupo de amigos en el Hostal Sa Volta de es Pujols, al que acuden desde hace seis años. Brith afirma que es la primera vez que se embarcan en una aventura semejante, pero tras una sonrisa subraya «y será la última».
El matrimonio de nacionalidad noruega formado por Brith y Bjorn Javnes, de 62 y 64 años respectivamente, parece de hierro. Han recorrido en bicicleta la friolera de 3.200 kilómetros en 40 días, atravesando cuatro países hasta llegar a Formentera donde pasan sus vacaciones con un grupo de amigos en el Hostal Sa Volta de es Pujols, al que acuden desde hace seis años. Brith afirma que es la primera vez que se embarcan en una aventura semejante, pero tras una sonrisa subraya «y será la última».
La idea surgió cuando otro matrimonio les comentó que
habían realizado el recorrido entre Noruega y Alicante dando pedales.
Entonces decidieron emularles pero cambiando el destino por su lugar
habitual de vacaciones.
Brith y Bjorn no son especialmente deportistas. De hecho, hasta el pasado año no empezaron a practicar ciclismo con regularidad y lo hicieron justamente con la intención de prepararse para este reto de pareja: «Llevamos 40 años casados pero estos 40 días nos han servido para sentirnos todavía más unidos, cuando uno se cansaba había que pararse, no había discusión», explica Brith.
Brith y Bjorn no son especialmente deportistas. De hecho, hasta el pasado año no empezaron a practicar ciclismo con regularidad y lo hicieron justamente con la intención de prepararse para este reto de pareja: «Llevamos 40 años casados pero estos 40 días nos han servido para sentirnos todavía más unidos, cuando uno se cansaba había que pararse, no había discusión», explica Brith.
La
aventura comenzó el pasado 16 de agosto. Desde su ciudad de residencia,
Kristiansand (al suroeste de Oslo), cogieron un ferry que les llevó
hasta el puerto del norte de Dinamarca, Hirtshals. A partir de allí no
pararon de pedalear, a una media de entre 80 y 100 kilómetros diarios,
hasta llegar a Denia donde se embarcaron rumbo a Formentera para llegar
finalmente pedaleando a es Pujols el pasado 22 de septiembre. Tres días
después afirman que no están cansados y que incluso siguen utilizando la
bicicleta para ir cada día a la playa.
El viaje lo plantearon
cuidadosamente buscando las carreteras secundarias y evitando las
grandes ciudades. Esa decisión fue la que más problemas les produjo a lo
largo del camino, ya que a pesar de que llevaban GPS, para saber donde
se encontraban en cada momento, muchos mapas no se correspondían y hubo
momentos en los que no sabían muy bien dónde estaban, lo que les llegó a
producir situaciones complicadas. Su peor enemigo ha sido el tráfico,
especialmente los tráileres y las carreteras sin arcén.
El viaje
debía plantearse ligero de equipaje, por eso Brith llevaba unos 15
kilogramos de carga mientras que Bjorn transportaba 20 kilogramos.
Aparte de llevar consigo abundante agua, intentaban desayunar fuerte y
luego se alimentaban de sandwiches hasta llegar a los hoteles donde
pasaban la noche y descansaban. Su experiencia ha quedado reflejada en
su blog: tourdeeuropablogg.no, donde cuentan todos los detalles de su periplo por media Europa.
Aseguran
que desde el punto de vista físico no han tenido problemas y que las
bicicletas se han portado estupendamente, solo han sufrido dos
pinchazos.
El matrimonio afirma que la experiencia ha sido
satisfactoria pero también «muy dura». Lo que más les ha llenado ha sido
la respuesta de las personas anónimas con las que se han cruzado: «La
gente se ha portado muy bien, nos han ayudado mucho». Ahora Brith y
Bjorn volverán a su país el 8 de octubre, eso sí en avión.
FOTOGRAFIES DEL VIATGE:
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